« Hágase en mí según tu palabra » (Lc 1, 38)
1ª Promesa
A todos los que recen devotamente mi Rosario, prometo mi protección especial y grandes gracias.
« Hágase en mí según tu palabra » (Lc 1, 38)
Aprender a orar con María es unirse a su plegaria: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 38). Orar es, en definitiva, la entrega que responde al amor de Dios. Si como María decimos « sí », Dios tiene la oportunidad de vivir su vida en nuestra vida.
Promesas de Nuestra Señora
1ª Promesa
A todos los que recen devotamente mi Rosario, prometo mi protección especial y grandes gracias.
2ª Promesa
El que persevere en el rezo de mi Rosario recibirá alguna gracia especial.
3ª Promesa
El Rosario será un arma muy poderosa contra el infierno; destruirá los vicios, librará del pecado, disipará las herejías
4ª Promesa
El Rosario hará florecer las virtudes y las buenas obras y obtendrá a las almas las más abundantes misericordias divinas; sustituirá en los corazones el amor del mundo con el amor de Dios y los elevará al deseo de los bienes celestiales y eternos. ¡Cuántas almas se santificarán por este medio!
5ª Promesa
El que se confíe en mí con el Rosario no perecerá.
6ª Promesa
El que rece devotamente mi Rosario, meditando sus misterios, no se verá oprimido por la desgracia. Si es pecador, se convertirá; si es justo, crecerá en gracia y tendrá la recompensa de la vida eterna.
7ª Promesa
Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
8ª Promesa
Los que recen mi Rosario encontrarán durante su vida y en la hora de la muerte la luz de Dios, la plenitud de sus gracias y participarán de los méritos de los bienaventurados.
9ª Promesa
Libraré prontamente del purgatorio a las almas devotas de mi Rosario.
10ª Promesa
Los verdaderos hijos de mi Rosario gozarán de una gran gloria en el cielo.
11ª Promesa
Lo que pidáis mediante mi Rosario, lo obtendréis.
12ª Promesa
Los que propaguen mi Rosario serán socorridos por mí en todas sus necesidades.
13ª Promesa
He obtenido de mi Hijo que todos los miembros de la Cofradía del Rosario tengan por hermanos durante la vida y en la hora de la muerte a los santos del cielo.
14ª Promesa
Los que rezan fielmente mi Rosario son todos mis hijos muy amados, hermanos y hermanas de Jesucristo.
15ª Promesa
La devoción a mi Rosario es una gran señal de predestinación.
"Cuando recen el rosario, digan después de cada misterio: "Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente las mas necesitadas de tu misericordia". (13 de junio de 1917)